En el interior del parque hay unas 600 plantas de olivo -y otras tantas de olivastro-. Aquí a la izquierda pueden admirar un ejemplar ultra-centenario. El tronco en los siglos de ha dividido dando vida a tres ramos con la forma muy particular, casi representando a “tres danzas”. Los ejemplares de la vegetación mediterránea que encontrarán en el recorrido además del olivastro son: el lentisco, el mirto, el pero selvático y la fèrula. En la tierra entorno a esta última, en el período invernal, crece una deliciosa calidad de hongo comestible, el “príncipe” de los hongos del territorio.
